El sector de la viticultura afronta varios retos agronómicos en la actualidad, como el cambio climático y las nuevas directivas fitosanitarias en la UE en relación con la reducción de materias activas.
Desde LIDA proponemos dos soluciones que compensen el estrés ambiental que la planta sufre en diferentes momentos de su ciclo.
En la fase de brotación, la viña consume las reservas acumuladas para activar las yemas y empezar el crecimiento de los brotes. Para ese preciso y crucial momento, hemos de- sarrollado el fitosanitario IKASU; Se trata de un producto cuya composición a base de nitrofenolatos aporta a la planta el beneficio fisiológico para acelerar el flujo de savia y con ello, el transporte de reservas y metabolitos de la fotosíntesis.
Cuando hablamos de viñas viejas o sometidas a un estrés temprano como una helada, el uso de IKASU es más que recomendable. Bioquímicamente, activa y potencia el ciclo de las auxinas, sin detener el crecimiento de la planta en esta primera fase. Su total compatibilidad y buena sinergia con fungicidas, lo hace muy atractivo para los tratamientos desde brotación hasta floración-cuajado.
En verano, el estrés provocado por altas temperaturas y por una posible deficiencia hídrica, provocan cambios osmóticos que producen desde paradas de crecimiento hasta microfisuras en la piel de la uva que no son perceptibles en ese momento, pero que sin duda afectarán a la calidad posterior de la misma. Para amortiguar estas diferencias de turgencia/hidratación, no vale solo con recurrir a sustancias osmóticas. Muchas veces, es el vigor de la planta el que dirige este proceso, y regularlo es complejo. La experiencia en otros cultivos como cereza, nos ha llevado a desarrollar el bioestimulanteNEOSTREN FORTE, nuestra apuesta más segura par amortiguar y cimentar las posibles microfisuras de la piel de la uva, que tienen lugar durante el envero.
Desde LIDA llevamos más de 15 años investigando cómo ayudar a la planta a reducir la afección de enfermedades comunes, mediante la activación de su sistema inmunitario, como en el caso de FYTOSAVE, el primer fitosanitario de bajo riesgo, registrado para el control de oídio y mildiu tanto en convencional como en ecológico, que está formulado con activadores de las defensas de las plantas. Esto nos ha permitido conocer todo el genoma de la planta. Hemos testado miles de posibles sustancias capaces de activarlo y cuantificar en qué medida lo hacen y frente a que patógenos son más efectivas.
Una ventaja agronómica de estas sustancias es que actúan de forma sistémica en la planta, y, por tanto, se complementan muy bien con productos de contacto. La persistencia y efecto está garantizada tanto para tejidos tratados, como para los que brotan después, hasta 15 días post-tratamiento.
La compatibilidad con cualquier otro producto fitosanitario las hace un complemento ideal para reforzar persistencia y resistencia de la planta en momentos y variedades sensibles.
En la actualidad, contamos con otros productos dentro de la gama de fitovacunas, como ULTIMITE, además de una nueva gama de BIOVACUNAS a base de complejos sinérgicos entre elicitores y microorganismos para defender a la planta de una forma más potente y eficaz, como nuestros más recientes lanzamientos: ACTIPROM BIOFORCE y RELLIANCE BIOFORCE. Por otro lado, trabajamos para desarrollar productos que activen nuevas rutas de defensa frente a insectos y ácaros. Todos ellos complementan de manera más específica a FYTOSAVE y forman parte de los nuevos avances que marcarán el futuro de esta línea.