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Los pepinos son uno de los cultivos que más sufren estrés durante su desarrollo. Compartimos los consejos publicados en el portal hortalizas.com, donde se muestran los diferentes síntomas que sufre el pepino y cómo corregirlos.
Síntomas del estrés del cultivo del pepino
- Efecto de la humedad relativa: La bajada de la humedad relativa complica el desarrollo de las plantas, incluso pueden llegar a morir si el caso es extremo. En el caso de los pepinos, estos se manifiestan de forma inmediata cuando las humedades relativas se sitúan por debajo del 40%. En esta situación, el estrés que sufren las plantas es tan extremo que “se entristecen y muchas veces se queman las yemas terminales”, señala el medio citado. La razón de este estrés se produce porque la planta no tiene la capacidad de contrarrestar la cantidad de agua que transpira.
¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas a la baja humedad relativa son hojas tristes, las cabezas deshidratadas, y las quemaduras en las yemas o puntas de las plantas. Resumiendo, tales efectos dan lugar a una baja producción.
Solución: Para solucionar la baja humedad relativa las recomendaciones son las siguientes:
- Utilización de un fogger, ya que al humedecer el aire se logra bajar la temperatura.
- Pintar los techos de color blanco, para disminuir la temperatura y ayudar a subir la humedad relativa.
- Sombrear con malla, con ella se logrará reducir la evapotranspiración.
- Aplicar caolín a las cabezas de las plantas pintando las yemas terminales, teniendo muy en cuenta no pintar los frutos en cosechas. (Se recomienda una dosis de 30g por litro de agua).
- Estrés por falta de agua: La falta de agua en la planta se traduce en un desarrollo disminuido, un decrecimiento en el follaje y los tallos suelen ser más delgados si se comparan con plantas en condiciones equilibradas de riego. Asimismo, una falta de agua se traduce en la torcedura de los frutos y ello da lugar a un descenso en la producción, el empobrecimiento del sistema radicular, la mala calidad de los frutos, un aborto excesivo de las flores y poco vigor entre éstas que quedan.
- Estrés por exceso de agua: Cuando se produce más agua de la necesaria los síntomas son los siguientes: coloración amarilla de las partes jóvenes (principalmente por la falta de hierro), asfixia radicular, frutos de color pálido, adelgazamiento de las plantas, flores de color pálido, aborto excesivo de las flores, y disminución de la producción y la calidad.
¿Cómo evitar el estrés manteniendo un equilibrio del agua?
Según la publicación, para manejar la absorción eficaz del suelo se recomienda mantener el tensiómetro en un rango de 8 a 10 milibares. Como se indica, se puede monitorear con las manos si se está usando el sueño. En este caso, se indica que debe apretarse un puño de tierra y formar una masa. Si chorrea el agua, ello indica que está sobrado, si se desgrana les falta agua, y si se forma la masa, está en su punto óptimo.
Asimismo, es importante revisar la nivelación del terreno y corregir donde haya encharcamientos. En el caso de que el terreno tenga poca capacidad de absorción se debe distribuir el riego en 3 o 4 ciclos durante el día y evitar darlos de un solo golpe todo el riego. Es importante saber que la presión del riego es importante, puesto que sin una buena presión no se logra el bulbo de agua y en consecuencia, el sistema radicular disminuye.
Para terminar, existen aplicaciones que provocan el estrés a las plantas, tales como los herbicidas, fumigaciones plagas, enfermedades y nematodos.
Existen varios motivos causantes del estrés de las plantas y como apunta el medio citado, su sugerencia es establecer programas preventivos para tales y así evitar un mayor impacto sobre el cultivo.