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Foto: Pixabay

La Ruta de la Seda también también contó con una protagonista clave, la manzana. “A medida que los viajeros viajaban hacia el este y el oeste a lo largo de la Ruta de la Seda, intercambiando sus bienes e ideas, traían consigo semillas de manzanas, descartadas de la fruta más selecta que sacaban de los árboles silvestres”, relata el portal agroalimentando.com.

Una ruta que dio lugar a una selección. El dato que recoge el medio citado, indica que dicha selección condujo ‘eventualmente’ a las 7.500 variedades de manzana que actualmente existen.

La historia de la manzana

¿Y cuáles son los misterios de la historia de la manzana? Un nuevo estudio publicado por Nature Communications revela conocimientos sobre el intercambio genético de la manzana moderna domesticada (Malus domestica). Los investigadores basaron su estudio en la secuencia y comparativa de los genomas de 117 diversas accesiones de manzanas, entre las cuales estaba incluida M. domestica y 23 especies silvestres procedentes de Norteamérica, Europa y Asia oriental y central.

Según estudios previos, la manzana común, Malus domestica, surgió de la manzana silvestre de Asia central, Malus sieversii, recogiendo contribuciones de otras manzanas silvestres a lo largo de la Ruta de la Seda, cuando viajó al oeste de Europa. Los resultados de este nuevo estudio amplían el mapa de ruta del origen de la manzana: “Reducimos el origen de la manzana domesticada de Asia central muy amplia a la zona de Kazajstán al oeste de la montaña Tian Shan”, explicó Zhangjun Fei, profesor del BTI y autor principal de este estudio. A su vez, la manzana domesticada también viajó hacia el este y durante el camino se cruzó con manzanas silvestres, dando lugar a los antepasados de las manzanas blandas de postre cultivadas en China actualmente.

“Hemos señalado dos grandes rutas evolutivas, al oeste y al este, a lo largo de la Ruta de la Seda, revelando los cambios de calidad de la fruta en cada paso a lo largo del camino”, resume Fei.

Su lado amargo

A lo largo de su viaje en manos de viajeros, los arboles crecían a partir de semillas caídas y se cruzaban con otras variedades de manzanas silvestres, incluyendo la manzana europea conocida por ser agria (Malus sylvestris). Durante todo este proceso y paso de los años, la hibridación de las antiguas manzanas cultivadas y M. Sylvestris, sumado a la acción humana ha dado lugar a manzanas de un tamaño superior y de mayor sabor. “Las manzanas domesticadas modernas tienen un contenido más alto y equilibrado de azúcar y ácidos orgánicos, así es como la manzana comenzó a ser una fruta popular y favorecida”, explica Yang Bai, otro de los autores del estudio.

Su gran potencial

Uno de los rasgos más deseados, en lo que se refiere al mejoramiento de los cultivos es el tamaño de los mismos, una búsqueda de frutos más grandes. Según señala Bai, la manzana “Tiene un gran potencial para ampliar aún más el tamaño de la fruta en los programas de mejoramiento”.  Así pues y tal como subraya Bai en el documento, deja en el aire lo siguiente: “Bueno, en mi imaginación salvaje, tal vez un día pueda ser tan grande como una sandía”.

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