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EL 20% DE LAS TIERRAS DE REGADÍO DEL MUNDO PADECEN DE SALINIDAD

Durante los últimos 20 años la sal ha degradado un promedio diario de 2.000 hectáreas de tierras de regadío en zonas áridas y semi-áridas de 75 países. Esta es la conclusión de un estudio realizado por el Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud, con sede en Canadá, de la Universidad de las Naciones Unidas, publicado el 28 de octubre de 2014.

Actualmente un área del tamaño de Francia está afectada por la sal, lo que representa unos 62 millones de hectáreas, el 20 por ciento de las tierras de regadío del mundo.

Esta degradación se produce en las regiones áridas y semi-áridas donde las precipitaciones son demasiado bajas para mantener la percolación del agua de lluvia a través del suelo y donde se practica el riego sin un sistema de drenaje natural o artificial.

Las prácticas de riego sin gestión de drenaje provocan la acumulación de sales en la zona radicular, lo que afecta a las propiedades del suelo y trae consigo una reducción de su productividad.

Para alimentar a los nueve mil millones de personas que habrá en el mundo en 2050, todas las tierras cultivables son necesarias, dice el autor principal del estudio, Manzoor Qadir, Subdirector para Agua y Desarrollo Humano del citado organismo.

No podemos permitirnos el lujo de no restaurar la productividad de las tierras afectadas por la sal.
El estudio, Economía de la Degradación del terreno inducida por la sal y su restauración, se publica en la revista Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas Foro de los Recursos Naturales.

Zafar Adeel, director de UNU-INWEH, advierte de que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) prevé que en 2050 será necesario producir un 70% más de alimentos, lo que implica un aumento del 50% en la producción anual de cereales.

CADA SEMANA UN ÁREA MÁS GRANDE QUE MANHATTAN

Cada semana, el mundo pierde un área más grande que Manhattan de tierra de cultivo por la degradación por sal. Una gran parte de las zonas afectadas en los países en desarrollo han recibido inversiones para sistemas de riego y drenaje, pero la infraestructura no está bien mantenida o administrada. Los esfuerzos para restaurar esas tierras y volverlas productivas son esenciales a medida que la población mundial y las necesidades de alimentos crecen, sobre todo en el mundo en desarrollo .
Entre las áreas degradadas por la sal figuran la Cuenca del Mar de Aral, en Asia central; la Cuenca del Indo-Ganges, India; la Cuenca del Indo, Pakistán; la Cuenca del río Amarillo, China; la Cuenca del Eufrates, Siria e Irak; la Cuenca del Murray-Darling, Australia, y el Valle de San Joaquín, Estados Unidos.

El documento, elaborado por ocho expertos en Canadá, Jordania, Pakistán y Sri Lanka, detalla la pérdida de productividad de los cultivos, a escala regional y global, el costo que supone no hacer nada y el beneficio económico neto cuando se revierte la degradación del suelo.

El costo estimado de pérdidas se ha elaborado a partir de una revisión de más de 20 estudios realizados en los últimos 20 años en Australia, la India, Pakistán, España, Asia Central y EE.UU.


Fuente: periodistadigital.com

 

 

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