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Si el ser humano pasa calor, los cultivos también lo sufren. Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario es la apuesta por la innovación y entre las vías llevadas a cabo se encuentra la lucha contra el cambio climático. Por eso es necesario nuevos bioestimulantes para optimizar el potencial osmótico de la célula.

La realidad es esta: “Numerosas especies vegetales y animales están desplazando sus hábitats hacia el norte y hacia arriba en los sistemas montañosos”, señala ElMundo.es en su artículo “Adaptación al cambio climático”. En este contexto, la actividad agrícola está especialmente ligada con el marco climático.

Los cultivos reaccionan ante las altas temperaturas. Al igual que el ser humano recurre a múltiples vías para hacer más llevadero el calor, los cultivos se adaptan a los nuevos retos del clima modificando su tolerancia o resistencia a los distintos tipos de estrés, tales como la sequía o el calor, en este caso. El planeta no para de calentarse, de hecho la última “Declaración sobre el estado del clima mundial”, publicada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señala que en 2016 se rompió el récord de temperatura media global, con los valores más altos de la historia.

Cultivos más fuertes

Siendo la innovación, considerada como uno de los principales retos del sector agroalimentario (Los 10 retos del sector agroalimentario español), desde LIDA Plant Research somos conscientes de que trabajando en ella podemos lograr cultivos más fuertes. Hablamos de mejorar la calidad de los cultivos, para que ellos mismos sean más tolerantes frente a efectos adversos de estrés abiótico.

Los bioestimulantes ejercen un papel muy importante en la agricultura y en concreto, pueden mejorar parámetros de calidad de los productos. El uso de bioestimulantes ayuda a proteger y mejorar la salud del suelo, fomentando el desarrollo de microorganismos benéficos del suelo, pues un suelo saludable retiene agua de manera más eficaz y resiste mejor la erosión. Ya que el bioestimulante ayuda a optimizar el potencial osmótico de la célula

Nuevo bioestimulante neostren: Las aplicaciones de neostren mejoran la absorción y movilidad del calcio por la cutícula, ya que se optimiza el potencial osmótico de la célula, asegurando una mayor permeabilidad de los tejidos para que no se deshidraten.

Podemos abordar algunos de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la agricultura con el uso de los bioestimulantes, teniendo presente que el objetivo es trabajar en mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades para el consumidor.

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