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Los bioestimulantes agrícolas pueden ser la mejor herramienta para solventar los problemas a los que se enfrenta la manzana de Girona. La manzana en el bajo Fluvía (‘Poma de Girona’) puede verse afectada por los efectos del cambio climático, según concluye un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias y publicado por la revista Agricultural Water Management.

«El cambio climático pone en compromiso esta actividad agrícola, por lo menos si se hace como ahora, y este trabajo quiere ser una ayuda a la hora de tomar decisiones», explica Robert Savé, investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de la Generalitat de Cataluña (IRTA). Esta investigación es uno de los primeros trabajos realizados en Cataluña sobre proyecciones de cambio climático en frutales y de él se desprende que la floración de la manzana de Girona se verá afectada «porcentualmente y en diferente medida dependiendo de las variedades», detalla el informe.

Tenemos que saber que la combinación de temperaturas frías y cálidas en invierno es importante en el proceso de la producción de flores y en consecuencia, de los frutos. En el caso concreto de las manzanas, estas necesitan romper la latencia completa, un prerrequisito para que se produzca una efectiva y sincronizada brotación y floración.

Dado en el contexto climático en el que nos encontramos, un aumento de la temperatura puede traducirse en una falta de horas de frío y ello repercutir de forma negativa en la calidad del rendimiento de algunas especies o cultivos de la zona de Girona. En otras palabras, el cambio climático puede ser el causante de retrasos y desordenes en la floración y por tanto, en la viabilidad de la cosecha en la región.

El uso de bioestimulantes agrícolas

Para ayudar a solventar estos problemas relacionados con retrasos y desórdenes en la floración, desde Lida Plant Research recomendamos el uso de productos bioestimulantes con efecto antiestrés abiótico como el treline y el norcaren.

Tal y como indica la fuente del informe, estamos frente a unos indicadores que pueden abrir la puerta al desarrollo de estrategias agronómicas de adaptación.

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