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“Coge tu ordenador y teclea cambio climático seguido de tu comida favorita, y la mitad de las veces obtendrás una historia sobre el cambio climático que afecta a tu comida favorita», dice Michael Hoffman, autor del libro Our Changing Menu (Nuestro menú cambiante). Recogemos estas palabras que marcan un rumbo muy relacionado con un nuevo estudio publicado en la revista PLOS One que expone cómo podrían llegar a cambiar las condiciones de cultivo de tres alimentos populares en los próximos 30 años, en concreto del café, los anacardos y los aguacates.

Según detalla el estudio, de los tres cultivos mencionados, el café será el más afectado. «Los principales países productores de café investigados (BrasilVietnamIndonesiaColombia) están todos gravemente afectados por el cambio climático con una fuerte disminución de las áreas aptas (…) y un aumento de las áreas no aptas para 2050″, detalla el artículo. En cuanto a los anacardos y los aguacates, no se desvelan datos tan esclarecedores, pues algunas regiones productoras podrían protagonizar un descenso en la producción de esos cultivos, como es la zona del sur de Estados Unidos, mientras que en otras podrían encontrarse tierras más fructíferas para estos cultivos tropicales.

Tal y como exponen los responsables de la investigación «estos hallazgos sugieren la necesidad de adaptaciones al cambio climático en los principales países productores, como el mejoramiento de variedades adaptadas a temperaturas más altas o sequías. También se necesitarán estrategias para mitigar el impacto ambiental de cualquier expansión a nuevas ubicaciones».

¿Cómo combatir el estrés de las plantas a causa del cambio climático?

La sequía, la salinidad, las temperaturas extremas, así como las deficiencias de nutrientes son factores que limitan el crecimiento, el desarrollo y la productividad de las plantas. Desde LIDA Plant Research somos conscientes de dicho contexto y por ello, apostamos por una agricultura sostenible basada en la innovación y el uso de los bioestimulantes contribuyen a que sea posible.

Compartimos las cinco razones por las que los bioestimulantes tienen la capacidad para alcanzar una agricultura sostenible:

1

Aumento de rendimiento: Los bioestimulantes proporcionan incrementos adicionales a los rendimientos de los cultivos.
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Mejoran la tolerancia de las plantas al estrés abiótico cuando se enfrentan a un estrés abiótico: ¿Qué es el estrés abiótico? Es un término utilizado para describir el impacto negativo que la sequía, las temperaturas extremas y la salinidad ejercen sobre sobre las plantas. Con el uso de bioestimulantes se logra reforzar el vigor de las plantas y las hace más fuertes ante condicionantes anteriormente mencionados.
3

Ayudan a los cultivos a asimilar nutrientes: Gracias a los bioestimulantes, las plantas obtienen nutrientes capaces de reducir los impactos no deseados en el medio ambiente, a la vez que aseguran que los agricultores tengan un mayor retorno en sus inversiones.
4

Mejoran la calidad de los cultivos: Con su uso, el cultivo tiene una mayor calidad (contenido en azúcares, color, cuajado de los frutos, firmeza y absorción de nutrientes).
5

Mejoran la sanidad de los suelos: Tienen la capacidad de ayudar al desarrollo de microorganismos beneficiosos para el suelo. Ello se traduce en suelos que retienen agua de forma más eficiente y su vez, terrenos con menos erosión.

Los nuevos tiempos para la agricultura pasan inevitablemente por el uso de la biotecnología, quien es la verdadera protagonista en materia de protección vegetal y aumento de rendimientos.

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